En Molí d’en Coloma (Subirats) entre los siglos XVI y XVII es conocido como Mas Canals y corresponde a la masía y molino de Turz del año 1109, establecido por el cura de Sant Pere de Subirats a Pere Armengol y a Carbonell, quien reconoció Arnau Carbonell como descendiente de los anteriores en 1187. Hoy solamente quedas pilas de masas de piedra de este molino.
A partir del siglo XVII se empieza a identificar a la familia de Joan Baptista Ballester con el sobrenombre de Coloma como propietaria de la masía. Esta familia es de Vilanova y el sobrenombre Coloma se debe al nombre de la esposa.
La siguiente referencia es del siglo XIX, momento en que Tomas de Ballester, durante la segunda mitad del siglo XIX hizo construir una capilla al lado del Molí donde sitúa las iniciales de T de B en el forjado de la reja de la ventana circular de la entrada principal.
En el año 1926, la hija primogénita de Tomás, Maria Pilar Ballester hereda la finca y la casa. En este momento, la casa perderá el nombre porque ésta, se casa con el conde de Valicourt, diplomático de origen francés.
En el momento que Molí Coloma deja de ser una fábrica de papel, pasó a set una “casa de pagès” típica del Penedès donde se conreaban las tierras y se cultivaba la vid. Esta familia ya elaboró cava con la marca Conde de Valicourt. A la larga, la marca se vendió a una bodega de Sant Sadurní y hoy en día todavía se comercializa.
A la parte superior del Molino, había una bodega donde se recibía la uva para hacer vino. En la entrada de la casa había una despensa donde se guardaban las patatas y la comida.
María Pilar y el conde de Valicourt tuvieron cuatro hijos que estudiaron y, posteriormente, se fueron ejerciendo sus carreras. El año 1944 Maria Pilar Ballester murió y fue enterrada al cementerio de Torreramona. El conde de Valicourt murió en Madrid y algunos de sus descendientes todavía residen allí.
Después del traspaso de Maria Pilar, en el 1951, los hijos vendieron la propiedad a Rafael Gimenez Frontin, el cual conserva la finca hasta que en 1961 la vende a Francisco Pérez Díaz. En 1966 Fidel Osete Sans compra la finca.
Este último, la conserva 17 años y realiza diferentes actividades. Entre ellas, la elaboración del cava Coloma junto Federico Gallo y Néstor Lujan del cual todavía se conservan algunas botellas.
En el año 1983 después de unos cuantos negocios sin éxito, el molino vuelve a la venta y lo adquiere Carles Sumarroca Coixet. A partir de aquí empieza la historia de Bodegues Sumarroca.